Es una reflexión que me hago desde hace mucho tiempo, algo que me horroriza. Y que inconscientemente puedo hacer alguna vez...pero borro ese pensamiento y a otra cosa mariposa.
Me parece que en eso los hombres nos llevan la delantera y como dice un amigo mío, yo debo tener algún gen varonil perdido en mi ser....
Primera pregunta cuando llegas al parque: ¿cuantos meses o años tiene? y yo ni me acuerdo de si son 21 o 22 o23, y entonces ves a esa madre que le observa detenidamente, y te dice pues habla, el mío todavía no... o al contrario te dicen lleva chupete que horror no es mayor para eso, a lo que tu no sabes si contestar o simplemente decirla, dedíquese a disfrutar que como buenos humanos que son, cada uno es diferente.
Siento que nos preocupamos de auténticas bobadas y a veces creamos redecillas donde no las hay.
O la típica comida de amigotes con sus respectivas, todas madre y el único tema de conversación son sus purrusaldos, que a mi me encanta mi pequeño pero para el poco tiempo que tengo de estar con más gente me apetece desinivirme de ese tema que inunda mi vida. O cuando falta una de las parientas y es primeriza con lo que eso conlleva, salen los expertos y opinan sobre su forma de llevar al purrusaldo y se crea un autentico debate, parece que no se acuerdan de cuando ellas o ellos estaban en ese lugar. Y yo me pregunto tan poco tenemos en común que no se puede hablar otra cosa.
Al final mi querido me dice que soy un poco especial por no decir algo peor, pero lo prefiero, porque entrar de si el mío mea o no en el orinal me la repatéa.
He debido tener suerte con mi purrusaldo porque a mi no me hace falta comparar.
A todas aquellas mamis y algún papi con ese gen que les digo, no se puede competir por todo en la vida, ni comparar, hay que disfrutarla tal y como viene, que es un placer tener a esos pequeños enseñándonos todos los días.
suscribo todas y cada una de estas palabras, yo tampoco necesito comparar y soy feliz, mi niña es única e irrepetible.
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