lunes, 21 de marzo de 2011

LOS ABUELOS


He vuelto unos días a mi ciudad natal, siempre la estoy echando de menos, ya que Purrusaldo se queda con los abuelos.
Pero mi sorpresa es, que cuando llego  a las 24 horas me quiero ir, se me suele pasar en dos días y luego no hay quien me mueva.
Me he dado cuenta que me he vuelto una maniática, en Coruña ando estresada pero tengo todo organizado a mi manera, llego a Palencia y los abuelos no paran de escupir su opinión, que si esta muy delgado, que si no come legumbres.....y un sinfín de recomendaciones . Que se las podían tragar, y decirme por una vez en su vida lo maravillosa que soy, aunque me temo que no lo voy a oir nunca. En esta, mi familia siempre se dice lo malo y no lo bueno...
El enano se vuelve un tirano y esto parece una comuna de hippys, la felicidad desborda por todos los sitios menos por la mía. El cuñado tocando la guitarra que sólo nos falta la hoguera, los abuelos por el suelo cuál caballitos desbocaos, mis hermanos discutiendo como si fueran niños de diez años.
Llegados a este punto, ya no hay cuenta atrás, ahora la que empieza a escupir por su boca soy yo. Y no me muerdo la lengua por si me enveneno.  Pongo en dos minutos a todo el mundo en su sitio, y me llueven criticas, pero bendito remedio, ya empiezo a sentirme agusto en mi ciudad natal, ya me da igual todo, me he desahogado, ahora si, esa paella que mi bendito hace para todos y viva la comuna hippy.

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